"Abandonar la moneda es reconocer una derrota como Estado-Nación", fundamentó el ministro de Economía. Remarcó la necesidad de reducir el déficit fiscal y la emisión monetaria para bajar la inflación
El ministro de Economía, Martín Guzmán, destacó hoy la importancia de reducir el déficit fiscal y la emisión monetaria para darle batalla a la inflación al hablar ante empresarios en el marco del encuentro anual de la Asociación Empresaria Argentina (AEA).
“Queremos que se siga avanzando en el sendero de reducir el déficit fiscal, como así también la emisión monetaria”, admitió el jefe de la cartera de Hacienda al referirse a la evolución de los precios.
En este sentido, dejó en claro que la cuestión macroeconómica “ocupa un espacio central en la dinámica de precios y se requiere atacar desequilibrios de la economía argentina, comenzando por los propios desequilibrios productivos, generando divisas para poder crecer”.
El ministro, en otro pasaje de su participación, rechazó la propuestas de dolarización lanzadas por algunos dirigentes de la oposición al señalar que ese camino “sería una derrota como Estado-Nación”.
“Abandonar la moneda es reconocer una derrota como Estado-Nación, lo que dañaría fuertemente a la República”, indicó Guzmán.
Por otro lado, en su exposición ante los principales empresarios del país, Guzmán subrayó el valor “estratégico” del gasoducto Néstor Kirchner y señaló que esa obra se encuadra “en las necesidades que enfrenta la Argentina”.
Además, sostuvo que el Gobierno nacional avanzará “impulsando licitaciones técnicas que se adecuan a las necesidades del país”.
“Avanzaremos con la obra estratégica del gasoducto Néstor Kirchner, impulsando licitaciones técnicas que se adecuan a las necesidades del país”, sostuvo el titular del Palacio de Hacienda al hablar en el encuentro anual de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) en el Hotel Sheraton del barrio porteño de Retiro.
Guzmán destinó gran parte de su exposición a los proyectos energéticos para lograr el ansiado autoabastecimiento, particularmente a partir de la construcción del gasoducto que unirá las localidades de Tratayén, en Neuquén, con Salliqueló, en el centro-oeste de la provincia de Buenos Aires.